En un decreto publicado en el boletín oficial de Santiago, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, estableció unas normas que fijan la plataforma continental de su país a partir de las 200 millas náuticas desde las islas Diego Ramírez, al sur del Cabo de Hornos.
El decreto, que lleva las siglas CVE 2000795, avanza sobre 1.000 kilómetros cuadrados de una zona de los hielos continentales que ya estaba delimitada y busca sumar 5.000 kilómetros cuadrados al territorio de Chile que pertenece a la plataforma continental de la Argentina, adjudicada por el fallo de la ONU en el 2016.
Por su parte, el canciller Felipe Solá, emitió un texto de rotundo rechazo por parte del Gobierno argentino, que consideró el decreto del presidente Piñera como “no aceptable” y que se quiere “apropiar” de partes de la plataforma argentina.
“En ningún momento desde la celebración del Tratado (de Paz y Amistad de 1984) hasta mayo de 2020, Chile hizo planteo alguno que siquiera se parezca al actual”, recordó el canciller Felipe Solá en el Senado el miércoles
Antecedentes de conflictos territoriales Argentina y Chile
El primer conflicto fronterizo entre ambos países fue en 1843, cuando Chile tomó posesión efectiva del Estrecho de Magallanes y territorios adyacentes. El gobierno argentino fundó una colonia indígena en 1856 para bloquear la soberanía chilena en la zona.
El conflicto se solucionó con la firma del “Tratado de Límites de 1881” que estableció que el límite entre ambas naciones es, de Norte a Sur, la Cordillera de los Andes hasta el paralelo 52º, y que la línea fronteriza correrá por las cumbres más elevadas que dividan las aguas.
El tratado suscitó nuevos inconvenientes en la zona de la Puna de Atacama, luego de que Bolivia hubiera cedido parte de la Puna a Argentina. Para resolverlo, se solicitó mediación al gobierno de Estados Unidos, quien envió a su representante William Buchanan. Este declararía que la cesión de Bolivia no tenía valor por pertenecer este territorio a Chile.
A raíz de los conflictos, se estableció un pacto en mayo de 1902. Este estipuló que cualquier conflicto entre ambos países se debería solucionar pacíficamente por un arbitraje neutro por parte de S.M. Británica.
En la década de 1960 volverían a presentarse conflictos con Argentina, esta vez en la zona de Palena, al sur de Chile, por la falta de claridad con respecto a la dirección de la línea divisoria entre los hitos 16 y 17.
Para solucionarlo, se recurrió al laudo arbitral de S.M.B. Isabel II, que decidió que la línea demarcadora iría de forma recta de Norte a Sur.
El caso mediado por el Papa Juan Pablo II
Argentina volvería a poner en discusión la soberanía sobre el canal Beagle y las islas Picton Lennox y Nueva, rechazando el Tratado de 1881 y a su vez el arbitraje, generando un clima tenso y potencialmente bélico. En 1979 se recurrió a la mediación del Papa Juan Pablo II, quien logró que ambos países firmaran el Tratado de Paz y Amistad de 1984.
El último conflicto limítrofe con la nación vecina fue el acontecido en torno a la delimitación de Campo de Hielo Sur, durante la década de 1990. En 1998 se suscribió en Buenos Aires el “Acuerdo entre la República de Chile y la República Argentina para precisar el recorrido del límite desde el Monte Fitz Roy hasta el Cerro Daudet”.
Posibles motivaciones
Entre los motivos que puedan explicar el conflicto, se barajan algunas posibilidades. La primera es que el presidente Piñera quiera apelar al nacionalismo para limpiar la imagen de su gestión antes de las elecciones.
Si bien Piñeira no es candidato en estas elecciones, el panorama deja entrever que el próximo presidente no vendría de un sector conservador, por lo que avivar un conflicto entre Argentina y Chile no solo contrapone ideológicamente a ambos gobiernos sino que podría avivar el nacionalismo de cara a las elecciones.
📻 [#DuroDeCallar] Oscar Laborde: “Lo peligroso es, si Chile hizo un acuerdo con las potencias para que pesquen, puede terminar en un conflicto y nos puede costar mucho a todos”
— Del Plata AM1030 (@RadioDelPlata) August 31, 2021
También existen razones económicas detrás del conflicto. Con la demarcación del territorio se pone en juego potenciales explotaciones de yacimientos hidrocarburíferos bajo el lecho marino, millonarios negocios pesqueros, la incursión en minerales y un posicionamiento geoestratégico sobre la Antártida.
A su vez, el territorio demarcado por Chile avanza en las cercanías de las Islas Malvinas, que son patrimonio común de la humanidad. Con la incursión en este espacio, el presidente Piñera intentaría posicionar a su país en un mejor lugar ante el inminente debate mundial sobre los derechos de los países sobre la Antártida.
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