En agosto del 2020, el Congreso paraguayo aprobó el autocultivo de cannabis medicinal sin límite de plantas en todo el territorio de Paraguay. Según dicha normativa, quienes cultivan con fines medicinales pasaron a estar habilitados para hacer aceites, transportarlo y no restringirlo solo a ciertas patologías.
Sin embargo, la alegría de cientos de madres, padres, familiares y pacientes que utilizan el cannabis de manera terapéutica y paliativo del dolor duró tan solo unos días, puesto que el Presidente Mario Abdo Benítez vetó la ley que aprobó el Parlamento paraguayo.
Dicho proyecto de ley se elaboró por la organización Mamá Cultiva Paraguay, una organización que promueve, coordina, realiza actividades y proyectos orientados al conocimiento de las propiedades y usos medicinales del cannabis y sus derivados.
No obstante, uno de los que se manifestaron en contra de la normativa fue la Cámara de la Industria Farmacéutica del Paraguay (CIFARMA), que expresó su preocupación por el autocultivo y el procesamiento casero que según refirieron “no garantiza un producto seguro“.
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— CDIA (@CDIApy) August 9, 2021
Autocultivo de cannabis medicinal: la ley que vetó los derechos
Tras la decisión del Presidente de Paraguay, se informó que dicho veto se debe a que la Ley 6602/2020 es contraria a la Convención Única de Estupefacientes, firmado en 1961, que estableció que el cannabis “es una sustancia de alta peligrosidad con nulo valor terapéutico“.
En NEA HOY entrevistamos a Cynthia Farina, Presidenta de Mamá Cultiva Paraguay, quien se refirió a la ley que vetó el mandatario paraguayo hace ya un año. “Pedimos la modificación de la Ley N°1340/88 que criminaliza la tenencia de cannabis en cualquiera de sus formas”, disparó.
“Lo que pretendemos es delimitar entre los usuarios medicinales y quienes trafican con dicha planta”.
Actualmente según la Ley N°6.007, promulgada en el año 2017, en Paraguay se creó el Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica del uso Medicinal de la planta de cannabis y sus derivados, normativa que fue presentada por Mamá Cultiva.
En relación a la legislación aprobada en el 2017, Farina mencionó: “La Ley N° 6.007 solo favorece a la industria farmacéutica, no permite el autocultivo ni los cultivos colectivos”.
Mamá Cultiva: el acceso medicinal y la industrialización del cannabis
En agosto de este año, Paraguay dio un giro con respecto a la exportación de productos derivados del cáñamo, convirtiéndose en el primer país de Latinoamérica en realizar un envío de este derivado.
En relación al interés del Gobierno de Paraguay con respecto a la industrialización y exportación de productos derivados del cannabis y el veto de la Ley de Autocultivo, Farina argumentó: “Vemos que no hay voluntad política para el acceso al cannabis a través del autocultivo, solamente para favorecer a las grandes industrias de los amigos”.
Por otra parte, el acceso al cannabis medicinal en Paraguay, según la ley, es a través de la compra de cannabis sintético aislado por parte de dos laboratorios. “No hay producción nacional de cultivos para la medicina, ni investigación y mucho menos distribución”, enfatizó la Presidenta de Mamá Cultiva.
El tabú del cannabis y su uso medicinal
Actualmente en América Latina son cinco los países que aprobaron el autocultivo de cannabis con fines medicinales, terapéuticos y paliativos del dolor. El primero de ellos ha sido Uruguay en el 2013, luego siguió Chile en el 2015, además, Colombia y México lo aprobaron en el 2017, mientras que el último en aprobarlo fue Argentina en el 2020.
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