Salvaje Federal es una tienda de libros con una impronta muy particular. Explorando su página, lo notable es que los libros no están agrupados por las categorías cotidianas (autor, género, editorial). En cambio, están divididos geográficamente, pudiendo uno elegir qué autores leer según su provincia de origen.
Raquel Tejerina, una de las impulsoras del proyecto, explicó en diálogo con NEA HOY que esta organización surge como propuesta para ayudar a federalizar la industria literaria en el país: “Creemos que había una necesidad de visibilizar la escritura producida y editada en las provincias”.
La industria literaria se encuentra concentrada, así en la Argentina como en el mundo. Esto genera un embudo tanto para los autores que quieran publicar como en la difusión, que concentra sus capitales en Buenos Aires, mientras que en el resto del país la literatura depende de la importancia y apoyo que le den las gestiones provinciales.
“Es como que lo que no pasaba por Buenos Aires, no existía”, declaró Raquel. Para reforzar este punto, además explica lo común que es que los clientes del interior del país compren en Salvaje Federal autores de su propia provincia porque no pueden conseguirlo en su ciudad. “Fijate la logística que tiene que hacer un libro para llegar a un lector de su propia provincia, es absurdo”, concluye.
Generando espacios de aprendizaje
Salvaje Federal fue propulsada por tres escritoras y gestoras culturales dedicadas a la literatura, la entrerriana Selva Almada y las porteñas Raquel Tejerina y Natalia Peroni. En sintonía con sus objetivos de federalizar y diversificar la literatura, decidieron trabajar con aquellas editoriales alternativas que se encuentran fuera de las grandes distribuidoras.
Esta decisión determina la dificultad en el trabajo. Para llevar adelante la tienda, establecen el contacto con cada una de las editoriales, establecen la relación comercial y organizan la logística que son diferentes dependiendo de la provincia de origen de la editorial.
Este esfuerzo, sin embargo, genera otros frutos fuera de lo económico. “Es un trabajo de hormiga”, contó Tejerina, “pero hay una relación bastante personal con las editoriales y también como de aprendizaje”.
“No es solo vender la literatura, sino tratar de generar estos lazos comerciales para que todos crezcamos. Este punto de encuentro es el que también nos interesa, porque creo que así uno también va mejorando y creciendo”, continuó.
Recomendados del NEA
También en contracara a la lógica comercial, en Salvaje Federal no sé encuentra una suma indiscriminada de libros. Sus gestoras realizan un trabajo de selección y curaduría para que, además de propiciar la circulación de un libro, su disponibilidad en la página sea en sí misma una referencia y recomendación al lector.
Al preguntar específicamente por los libros disponibles que mejor representan la literatura de la región, brindaron una lista de autores y títulos recomendados por cada una de las provincias del NEA.
De Chaco, recomendaron los libros de Claudia Masin, escritora que cuenta con títulos como “La Desobediencia”, “La Siesta”, “Geología”, “El Cuerpo son los que tenemos”. Otra autora chaqueña recomendada es Susana Szwarc, escritora de libros como “La Resolana”, “La muertita” o “La novela que”. Por último, Salvaje no olvida al narrador y periodista Miguel Ángel Molfino, que cuenta con libros como “Pampa del Infierno” y “La Polla”.
De la provincia correntina, las propulsoras de Salvaje Federal sugirieron a José Gabriel Ceballos para quienes gusten de leer novelas y cuentos y a Franco Rivero para los amantes de la poesía. Además, recordaron al escritor Francisco Madariaga y su novela “Contradegüello”.
De Misiones destacaron a Alfredo Varela, periodista autor de “Río Oscuro” (que posteriormente se adaptaría al cine bajo el nombre “Las aguas bajan turbias”) y que retrata la vida de los yerbales en la década del 40 con “En la Argentina hay esclavos blancos”. Además, recomendaron adquirir los fanzines de la editorial misionera Trilce, que edita libros objeto con una impronta estética particular.
De Formosa, resaltaron “Diario de una marica mala” de Ulises Rojas, y los libros de Orlando Van Bredam, autor de títulos como “Crímenes de aldea” o “No mires nunca debajo de la cama”.
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