El congreso tratará 18 proyectos durante las sesiones extraordinarias de febrero, entre los cuales se encuentra la Ley de Promoción de la Electromovilidad que establece las pautas para transformar completamente el transporte del país hacia una modalidad más sustentable y menos contaminante.
La normativa, impulsada fuertemente por el Ministro de Industria, Matías Kulfas, estipula la creación de la Agencia Nacional de Movilidad Sustentable, que establecerá las pautas reglamentarias que regirán la comercialización de los vehículos eléctricos en Argentina, incluyendo los de producción nacional e importados.
Para acelerar la conformación de la industria y la transformación del sistema de transporte, fija un régimen de beneficios para promover la adopción de vehículos eléctricos y presenta un esquema de renovación de flota afectada al transporte de pasajeros y vehículos de utilización de la administración pública nacional.
Además, se plantean incentivos a las inversiones que promoverán la creación de proyectos nuevos y al incremento productivo de proyectos existentes de movilidad sustentable, así como la fabricación de terminales, autopartistas y producción de baterías y cargadores. Esta ley tiene como objetivo crear 12.500 puestos de trabajo en las terminales automotrices, con inversiones que rondan los 5.000 millones de dólares y otros 8.500 puestos en los sectores autopartistas.
El Proyecto de Ley de Promoción de la Electromovilidad establece el 1 de enero del 2041 como última fecha en que se venderán motores nafteros o diésel salvo excepciones autorizadas.
Razones ambientales
Actualmente el transporte en Argentina representa el 30% de la demanda energética total. La movilidad sustentable (y en particular la eléctrica) es mucho más eficiente que la de combustión interna, es decir que requiere un menor consumo de energía para recorrer la misma cantidad de kilómetros. Esto significa que la demanda de energía total del transporte en el país disminuirá en la medida en que se vaya reemplazando a vehículos a nafta por eléctricos.
Además, según el Inventario Nacional GEI, el transporte representa el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país y concretamente el 24% de las de dióxido de carbono, por lo que la promoción de la electromovilidad y el cambio de los nafteros por eléctricos es una política que apunta al problema del cambio climático.
Por último, debe tomarse en cuenta la integralidad energética que permite la movilidad eléctrica. La movilidad solo admite el uso de combustibles hidrocarburos. En cambio, como la electricidad puede ser obtenida de distintas fuentes de energía, la movilidad sustentable integra las distintas fuentes energéticas que pueda tener la matriz nacional.
Entonces, la promoción de la electromovilidad se complementa con las inversiones que se vienen realizando en energías renovables, para que en un futuro próximo éstas puedan ser utilizadas para la generación de energía eléctrica que alimente el transporte y dejar para exportación otras fuentes de mayor valor internacional como el gas y el petróleo.
🎥| #SesionesExtraordinarias: El diputado @MartinMaquieyra ponderó el proyecto de Promoción de la Electromovilidad: “Plantea reducciones impositivas a la producción de autos eléctricos, es importante por el impacto que tienen los combustibles fósiles en el cambio climático”. pic.twitter.com/4FPfDmGby7
— ANDigital (@ANDigitalOK) January 27, 2022
Razones estratégicas
Muchos países en el mundo están observando las ventajas de la electricidad como fuente de energía de automóviles y motos, y el hidrógeno como solución más eficiente para camiones, buses, aviones y barcos. El mercado de exportación, tanto de medios de transportes eléctricos como de sus partes y derivados, se está transformando en un mercado novedoso y cada vez más atractivo.
Argentina presenta varias ventajas para introducirse en éste mercado. Por un lado, tanto dentro del territorio como en los países limítrofes existe abundancia de materia prima clave para la movilidad sustentable como el cobre, el litio y fuentes de energía renovable.
Por el otro, el país cuenta con un tejido autopartista robusto y fuertes antecedentes en la industria automotriz, que junto con su recurso humano técnico de alto nivel en la materia puede transformarse en un enclave en fabricación de autopartes y productos derivados de la movilidad sustentable.
Los autos eléctricos ya son una realidad. China a la cabeza, Europa acelerando por las nuevas regulaciones.
Si bien va a tardar en llegar a la región, es necesario anticiparse y avanzar con las políticas de promoción de la electromovilidad, para poder insertarnos como productores https://t.co/2UKq7zKMhW— Martín A. (@alfiemart) May 5, 2021
Los proyectos vigentes
En Argentina ya existen empresas que producen automóviles 100% eléctricos. Los modelos comerciales, hasta ahora, se centran en autos pequeños, de dos plazas, para uso urbano o incluso para lugares cerrados como el movimiento dentro de un gran predio o una fábrica de gran superficie.
En la provincia de Córdoba se encuentra la empresa Volt Motors, que actualmente ya tiene tres modelos registrados. En San Luis, la fábrica Coradir se dedica desde hace muchos años a la industria de la informática y la electrónica y pretende incursionar en el terreno de los autos eléctricos con “Tito”, hasta ahora el único modelo de auto eléctrico con cuatro asientos.
En el partido de La Matanza, la empresa Sero Electric ya puso en el mercado un microauto de dos pasajero, mientras que en el norte del país, Misiones será vanguardia de la mano de Hamelbolt, una división del consorcio público-privado provincial FanIOT dedicado a la movilidad sustentable, que se encuentra fabricando el modelo Biplaza C-R2.
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