Desde hace tiempo, la Salud Mental en Argentina posee otra perspectiva de abordaje al igual que los consumos problemáticos de sustancias. La Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR) lleva adelante políticas de prevención y abordaje en todo el territorio nacional.
En las provincias del NEA, en Chaco principalmente, SEDRONAR trabaja de forma conjunta con el Ministerio de Salud en abordajes respetuosos pero efectivos del consumo problemático en adolescentes y adultos, sobre todo en aquellos que residen en barrios vulnerables y pertenecen a las comunidades indígenas.
Diego Rotundo, coordinador del Dispositivo Integral de Abordaje Territorial (DIAT) de Fontana, contó a NEA HOY cuál es la perspectiva de salud mental que adopta el SEDRONAR en su espacio de trabajo con personas que padecen consumos problemáticos de sustancias.
¿Qué instrumentos existen para abordar la problemática de Salud Mental?
Según explicó, en nuestro país, a partir de la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental y Adicciones Nº 26657, existe legislación específica en torno al abordaje de la salud mental, desde un enfoque de derechos, y este se erige como un instrumento rector en la intervención en materia de drogas para la SEDRONAR.
“La existencia de este marco normativo de carácter nacional, a la cual la provincia adhiere a través de su ley provincial N 2339 G (antes ley 7622) constituye la base fundamental sobre la cual establecer los lineamientos centrales para la formulación e implementación de las políticas públicas en la temática de los consumos problemáticos”, detalló Diego Rotundo.
También aseguró que otro de los instrumentos cardinales en la materia es la Ley 26.934 que crea el Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos (IACOP). A eso se suma que Sedronar contempla lo que establece la Ley 26.529 Derechos del Paciente, la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, niñas y adolescentes Nº 26.061, la Ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales Nº 26.485, la Ley de Identidad de Género Nº 26743 y la Ley Micaela Nº 27499.
“En esta línea desde nuestro dispositivo entendemos el fenómeno de los consumos como una cuestión compleja que debe ser abordada de manera integral, a través de un trabajo intersectorial e interdisciplinario (tal como lo establece la Ley de Salud Mental)”, afirmó.
“LAS LEYES DE SALUD MENTAL Y DE PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA NIÑEZ SON PRINCIPIOS RECTORES DE NUESTRO TRABAJO”
Así, detalló que es importante entender a la problemática de los consumos como un “problema de personas que establecen modos particulares de relacionarse con distintas sustancias, legales e ilegales, en el marco de contextos diversos bajo lógicas de una época particular”.
“Desde nuestro dispositivo pensamos que la alternativa más efectiva se da en el marco de abordajes que contemplan a toda la comunidad como sujetos activos en la construcción y promoción de prácticas de cuidados colectivos”, destacó.
El consumo problemático en comunidades indígenas
“Las personas de pueblos originarios que acceden a nuestros dispositivos se puede mencionar que tanto en el DTC de Fontana, como en el de Resistencia, que está emplazado en el barrio Toba, trabajamos desde 2014 se trabajó con los barrios Cacique Pelayo, Banderas Argentinas y 180 viviendas, donde residen comunidades indígenas”, explicó.
El trabajo diario y constante del DIAT de Fontana con las comunidades indígenas ha permitido que hoy muchos usuarios de distintos tipos de sustancias se acerquen de manera espontánea a contar sus problemáticas y solicitar acompañamiento “Hicimos intervenciones orientadas a la accesibilidad a derechos, como la salud, educación, y otros”, marcó.
En una mesa de trabajo con las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario de la #RedFederal de @Sedronar en #Chaco y el área de Salud Mental de @chacosalud acordamos estrategias para profundizar el trabajo en el territorio. pic.twitter.com/uWsAg2ThTn
— Gabriela Torres (@torresgabito) May 31, 2022
Una de las formas de abordaje de los consumos en comunidades indígenas es a través del respecto a su perspectiva de salud, de prácticas curativas, formas de diálogo, todo desde un enfoque intercultural, afirma Diego Rotundo.
Por último destacó el trabajo que realiza SEDRONAR de forma conjunta con el Ministerio de Salud a través de la subsecretaria de Salud Comunitaria, Entornos Saludables y No Violentos que permitieron ampliar la capacidad de atención del DIAT de Fontana y otros dispositivos, garantizando un abordaje de los consumos y la salud mental desde una perspectiva de derechos.
Salud mental y sensibilización
Para Rotundo, es clave poder trabajar en la sensibilización de la sociedad con respecto a los estigmas que sufren las personas usuarias de sustancias, la representación social que, aún hoy, tiene gran parte de la sociedad sobre los y las usuarias de drogas. “Esa mirada acentúa la discriminación, la exclusión y la estigmatización, dificultando que estas personas puedan acceder a derechos fundamentales (salud, educación, trabajo, por ejemplo) viendo y tratando a los y las usuarias como criminales”, comentó.
A muchas personas se les dificulta acercarse a un servicio de salud a pedir ayuda, “por miedo a que se los excluya o inclusive que se los denuncie, eso es lo que buscamos cambiar a través de nuestro trabajo en los DIAT”, señaló. De esta manera, se avanza hacia el sentimiento de soledad de las personas con problemas de consumo, lo cual, no es saludable para la salud mental.
“LAS PERSONAS USUARIAS DE SUSTANCIAS SUFREN DISCRIMINACIÓN Y CRIMINALIZACIÓN”
En ese sentido, indicó que para que una situación de consumo pueda volverse problemática, debe estar atravesada por muchos factores, algunos de esos factores pueden ser la desigualdad social y la falta de oportunidades. En nuestras zonas las comunidades de los pueblos originarios se ven directamente afectadas por estas situaciones sociales.
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