A principios de septiembre se supo que Fabián Tablado, femicida de Carolina Aló, volvió a Misiones. El hecho despertó el repudio de varias organizaciones, lo que terminó evitando que el femicida se radicara en la capital misionera.
Desde que salió de prisión por última vez en diciembre del 2021, Tablada intentó radicarse en distintos municipios, despertando en cada lugar el repudio de sus ciudadanos. Esto pone de manifiesto los conflictos que se generan cuando el derecho a la reinserción choca con la necesidad de garantizar la seguridad de las mujeres.
Las condenas de Tablado
El femicidio de Carolina Aló ocurrió el 27 de mayo de 1996, hace 26 años. En aquel entonces, Aló tenía 17 años y salía con Fabián Tablado, quien tenía 20 años. Ese día, en la casa de la familia Tablado en el partido bonaerense de Tigre, Fabián la asesinó con 113 puñaladas y utilizando varias armas blancas.
En aquella época no existía la palabra “femicidio” que da cuenta del agravante que tenía el crimen desde la perspectiva de género, por lo que Fabián Tablado fue sentenciado a 24 años de prisión por “homicidio simple”.
Mientras cumplía su condena, Tablado se casó en el 2007 con Roxana Villarejo, con quien tuvo dos hijas. Villarejo lo denunciaría luego por amenaza de muerte a ella y a su suegra, por lo que en el 2013, debió cumplir una segunda condena que, al unificarse a la primera, dieron un total de 26 años y seis meses.
De recuperar la libertad a vagar por todo el país
Por distintos beneficios, el cómputo de la condena se le redujo y Tablado recuperó su libertad el 28 de febrero del 2020. Lo primero que hizo al salir del penal de la cárcel de Campana fue vivir en la misma casa de Tigre, Provincia de Buenos Aires, donde cometió el femicidio. Allí, violó la perimetral que tenía con Edgardo Aló, el padre de Carolina, y sus hijas mellizas, por lo que pasó un año más en la cárcel y volvió a salir el 15 de diciembre del 2021.
La Justicia amplió la perimetral con la familia Aló de 1000 metros a 300 kilómetros, lo que impidió que Tablado vuelva al partido de Tigre, por lo que intentó radicarse en distintos lugares del país, siendo repudiado en varios de ellos.
En agosto, debió irse de su casa en Bell Ville, Córdoba, después de que los vecinos lo denunciaran por violencia de género hacia la pareja con la que convivía. Al irse de Córdoba, Tablado informó al juzgado su intención de mudarse a una casa que su familia tiene en San Clemente del Tuyú. Sin embargo, después de una marcha de repudio, terminó viviendo en un apart hotel de Cañada de Gómez, en Santa Fe.
Luego de esto, intentó radicarse en la ciudad de Gobernador Virasoro, en Corrientes, donde la madre había alquilado un departamento. El propietario rescindió el contrato cuando se enteró que sería Tablado quien viviría en el edificio, y debió marcharse de la provincia.
De la mano de la Asociación Filipos, una congregación evangélica autodefinida como “ministerio carcelario y religioso” que asiste a personas en situación de calle y exconvictos, Fabián Tablado llegó a Posadas el pasado 7 de septiembre. Su presencia generó un escándalo en toda la comunidad, que en gran parte expresó su rechazo a que el femicida se radicara en la capital misionera.
Fue el pastor evangélico y presidente de la Fundación Ministerio Carcelario y Hospitalario Filipos, Carlos Alberto González, quien confirmó este jueves que Tablado ya estaba en Posadas pero alojado en la sede que tienen sobre la avenida Uruguay.
Repercusiones de la llegada de Fabián Tablado a Posadas
Al saberse el hecho, el abogado Federico Esquivel publicó una “carta abierta a la sociedad misionera“, a favor de un “repudio generalizado a la presencia de Fabián Tablado” y presentó una medida cautelar ante la Justicia para repudiar su presencia y solicitar su expulsión de la provincia.
La concejala por el Frente Renovador y presidenta de la Comisión de Inclusión, Identidad y Género, María Eva Jiménez, adelantó estar preparando una exposición para repudiar desde el recinto la llegada de Tablado a la ciudad. “Entendemos que el temor y el clima social está muy caldeado producto de la presencia de este hombre y tenemos que responder a nuestros vecinos y vecinos posadeños”, expresó.
El proyecto, aprobado el 15 de septiembre, y declara en su primer artículo un “enérgico repudio por la presencia de Tablado Fabián en la ciudad de Posadas“. Los concejales recordaron al femicidio de Carolina como “uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina” y como “tercero a nivel mundial“, en alusión a la saña desplegada por el asesino.
El revuelo provocó que el propio Fabián Tablado rompiera el silencio: durante una entrevista telefónica al Canal 6 de Posadas, buscó victimizarse al decir que lo están persiguiendo en cada lugar al que intenta radicarse, y adelantó que acudiría al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) por ser víctima de una “cacería insólita que se hace contra una persona libre” y aseguró que existe “un ensañamiento tremendo”.
Desde la Fundación Filipo defendieron a Tablado, alegando que ya cumplió su condena. En diálogo con medios locales, el padre de Carolina Aló reconoció que no le sorprendió la repercusión que generó la presencia del asesino de su hija en Posadas.
“No me sorprende en absoluto porque Fabián Tablado es un psicópata, sádico y perverso. La sociedad está haciendo lo que no hizo la Justicia, está reaccionando ante la libertad de femicidas que en realidad tendrían que estar en la cárcel. Yo tuve que aceptar las decisiones de la Justicia, ahora él tendrá que aceptar las consecuencias en la sociedad”, explicó.
Condena social vs. condena judicial: las contradicciones que expuso el caso
Finalmente, se supo que ante la polémica la Fundación lo trasladó a Tablado a otro lugar, pero el revuelo que tuvo el caso expresa las contradicciones y confrontaciones entre el sistema judicial y la sociedad civil.
Al haber cumplido su condena, un expresidiario debería poder reinsertarse en la sociedad sin ningún tipo de discriminación, pero la desconfianza de la sociedad con el sistema de justicia y de seguridad despierta el repudio colectivo ante la posibilidad de que un femicida viva nuevamente cerca.
“Si una persona que mató de 113 puñaladas a una mujer, cumple su pena y vuelve reincidir con actitudes violentas, es porque esa persona entró a la cárcel y salió siendo la misma”, enfatizó la edil María Eva Jiménez, “hay una sociedad en Misiones que se despierta ante la violencia, que no mira más hacia un costado y se compromete”.
La abogada y activista por los derechos de las mujeres, Florencia González, por su parte, expresó que el caso puso en conflicto su labor como activista y su actividad profesional.
Tres fiscales de #Cordoba -Raúl Castro, Sergio Cuello y Ricardo Romero Uez- denunciados por no investigar 4 denuncias de abuso sexual que involucraban a un dirigente político.
Son 350 los funcionarios denunciados que registramos en nuestro padrón: https://t.co/DbLQY9lSUJ pic.twitter.com/MtIniNAjQj— Observatorio Lucía Pérez (@ObserLuciaPerez) September 16, 2022
“Este hombre tiene derecho a una vivienda, eso no lo podemos negar, porque dejar de lado esa cuestión sería invisibilizar los derechos humanos”, sostuvo, “pero, ¿qué hacemos con una persona que ha tenido prácticas de violencia sistemáticamente?”.
La abogada además recordó la Ley Micaela, número 27.499, inspirada justamente en un caso en que el femicida había sido denunciado y se encontraba en libertad condicional, pero a pesar de cumplir con los requisitos legales, de igual manera no pudo garantizarse la seguridad de la víctima.
Son estos casos los que llevan a las organizaciones y la sociedad civil a concluir que, a pesar de que un femicida haya cumplido su condena, es el Estado el que no está preparado para realizar los seguimientos adecuados que aseguren un cambio de sus conductas y garantizar la seguridad de las mujeres que puedan vivir cerca de él.
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